Unos paisajes de película

Suena el despertador a 6:50 de la mañana. Estabamos citados en la BP de la Carretera de Rellinars Isma, Josep y yo para salida con la flaca. He amanecido con una conjuntivitis en el ojo izquierdo seguramente vírica. Dudas de qué hacer. ¿Llamo a Isma y le digo que no voy?... ¿Me bajo al Hospital y aprovechando el cambio de guardia le pido a algún compañero que me mire el ojo? Han sido unos minutos de incertidumbre. Finalmente me he decantado por la salida en bici. Los problemas estomacales persisten. Así que cierro una semana marcada por los problemas de salud, pero que no han impedido realizar buenos entrenos. Totalizo nuevamente 13h 50' sumendo las tres disciplinas.

Finalmente a las 8 iniciabamos la ruta Isma y yo (Josep no ha venido al final). Carretera Rellinars, Els Caos, Vacarasisas, Castellbell y... primera parada... pinchazo de Isma. En esta primera parte de la ruta, pese a ser una mañana fantástica, el termómetro ha llegado a los 2ºC. Así que hemos pasado un poco de frío. Carretera a Monistrol cortada y abortado el plan de subir a Montserrat por la carretera habitual. Castellbell, Marganell y... segunda parada. Café con leche y croisant (esta parada mucho mejor que la anterior). Descendemos desde Marganell y giramos por Sant Cristòfol en dirección a Montserrat. Es inútil que os explique las sensaciones, las vistas, los sentimientos que hemos tenido en este tramo de carretera con la montaña de Montserrat majestuosa justo delante de nosotros... hay que vivirlo. Llegada a Montserrat, vela y visita a la Moreneta y bajada por Can Maçana para enlazar nuevamente con Marganell. Subida por Rellinars, els Caos y Terrassa.

En mi Garmin han salido 97 Km en 4h 30', 1700 de desnivel y 128 ppm de media. Si la salida del domingo pasado a Sant Miquel de Fai fue expectacular... esta la supera. La verdad es que me he encontrado muy cómodo durante toda la ruta y pese a seguir con molestias en mi estómago, hoy no han dado mucho la lata. Los 32 Km de run de ayer no han pesado demasiado. Esto viene a demostrar una vez más que el run castiga mucho más que el bike, al menos de momento. Supongo que cuando empecemos a coger ritmos de verdad, la cosa cambiará.