domingo, 15 de agosto de 2010

Soñando sobre las dos ruedas!!

Lo que más me apetecía hoy al despertarme era... seguir en la cama. Creo que ya he encontrado la causa a mis problemas cervicales, el colchón. Los molestos dolores habían desaparecido durante las vacaciones (pese a dormir en un plegatín) y hoy han vuelto a hacer acto de presencia. Así que habrá que ir pensando en cambiarlo por uno nuevo.
Pese a tener cero ganas de salir a rodar... me he puesto el traje de faena y he empezado a darle a los pedales pasadas las 10 de la mañana.
Como por arte de magia, ha vuelto a aparecer la motivación y las ganas de peladear, de sentirme grande encima de la bicicleta. Como en un viaje astral, mi mente se ha trasladado al futuro.
Salgo del agua mareado pero, con una sonrisa saludo a mi gente y me digo a mí mismo que ya tengo medio ironman en el bolsillo. Miro el cuentaquilómetros de la bici viendo como cada vez está más cerca ese ansiado 180. Me cruzo con Rafa y nos animamos. Miro a mi hermano, su cara derrocha alegría, satisfacción y orgullo. Mi cuñada me anima. Me viene a la memoria la cara de felicidad de Isma en su participación del año pasado. Mientras los míos reponen fuerzas, yo llego por última vez a Calella para enfundarme mis NB 1064. Empiezo la maratón. La segunda maratón de mi vida. La gente replegada en el paseo de Calella me da alas. El ver a mi hija me da más fuerzas que todos los geles del mundo juntos. Paso una vuelta, otra vuelta... el cansancio, el calor y las horas de esfuerzo hacen mella en mis piernas pero... no en mi cabeza. Llego a la última vuelta... la emoción me invade. Visualizo la llegada junto a Lucía y Pol. Me paro. Estoy llorando. La emoción no me deja respirar. Me centro... respiro hondo y pienso que ésto no ha acabado aún. Me acuerdo de mis padres y... me vuelvo a emocionar. Último km. Por fin llego a la alfonbra roja donde están mis niños. Le doy un beso a mi madre y otro a mi padre. Me fundo en un abrazo con Paco. Cojo a los niños de la mano y juntos volvemos a correr los últimos metros hasta la gloria. Ahora sí, rompo a llorar como un niño. Lucía y Pol me miran... no entienden nada... algún día os explicaré... ésto muchas cosas más...
Algo me hace volver a la realidad. Llevo ya 26 Km y estoy en Sant Llorenç Savall. Subo hasta el cruce de Granera y corono sus fuertes rampas. Castellterçol, Sant Feliu de Codines, Gallifa y de vuelta a Sant Llorenç Savall para acabar el recorrido por Castellar llegando al punto de partida.
Un total de 100 Km en 3h 57' para reencontrarme con la flaca después de tantos días.
No sé si lo que viviré el día 3 de octubre se parecerá al "sueño" que he tenido encima de la bici. Habrá que esperar a la crónica del día siguiente para saber si los sueños se hacen realidad.

3 comentarios:

  1. Muy bien Juanmi, buen entreno!!!. Solo ver los picos de la gráfica y pensar en las rampas de granera ya me canso. A ver si juntamos un dia a los Cervelo y jugamos un rato a ser ciclistas.
    Sigue así, motivado y sacando entrenos.

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  2. Bonito sueño...... y emocionante tio!!!

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  3. Seguro que experimentas ese sueño y cosas mejores, ya lo veras.

    Por cierto, muy buen entreno para no tener ganas. No hay como subirse a la bici y dejarse llevar, que al final llegan las ganas.

    un saludo.

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